POR SILVIA B., ÁFRICA Y MIGUEL, DE 2º BPO
Industria
4.0: La cuarta revolución
Transformación
digital, digitalización, robótica, domótica, inteligencia artificial. ¿Les
suena a futuro? Nuestra sociedad actual está sufriendo una de las etapas de
transformación más importantes de los últimos siglos y aún no somos conscientes
de ello. La cuarta revolución o industria 4.0 nos propone una serie de avances que
podrían ser la base de la abolición de la desigualdad o la precariedad. Pero,
¿por qué no somos conscientes de su magnitud?
La
transformación digital de las empresas nos permite desarrollar y poner en valor
las cualidades más humanas de las personas, las actividades rutinarias dónde la
capacidad humana no es estrictamente necesaria se ven reducidas al mínimo, pero sería un error pensar que robots y
máquinas perjudican el empleo. Esta nueva industria a la que nos enfrentamos es
sinónima de oportunidad. La sociedad, puede llegar a través de la inteligencia
artificial a superar todos los obstáculos que se nos presentan hoy en día, y con esto podría incluir cambio
climático, hambre y pobreza.
Mosiri Cabezas, Directora de Estrategia Digital de Ikea
Ibérica
En esta nueva etapa, personas tan implicadas y conocedoras del
tema de la transformación digital como es Mosiri
Cabezas piensan que no puede faltar el poner a las personas, sus
particularidades y necesidades en el centro y, además, cómo sobra vértigo y
miedo.
´En un
mundo en constante movimiento debemos ser valientes, salir de la zona de
confort y lanzarnos a nuevos procesos y experiencias. No podemos permitir que
el vértigo ante los cambios nos inmovilice. El compartir y el entender cómo
están haciendo otros colegas de profesión las cosas, los retos y las dificultades
a las que se están enfrentando y la manera en la que se están planteando
superar estas dificultades, siempre reconforta y permite ver las cosas con
otros ojos que quizá tú solo no hubieras podido.´
Todo parecen ventajas, progreso y modernidad
pero la tecnología nos requiere un compromiso social que puede resultar, a
veces, difícil de conseguir.
El avance se está llevando a cabo a una
velocidad que los propios seres humanos somos incapaces de absorber. El big
data y analítica se encarga de almacenar cada uno de los datos que aportamos a
la web, y esto puede ser un arma de doble filo. Vemos como tanto empresas como
gobiernos lo utilizan para tener a su población controlada, saber que ven, que
leen o qué piensan sus ciudadanos.
Los datos
son un arma y debemos empezar a tratarlos como tal
Veralinn
Jamieson, teniente general de las fuerzas aéreas de los EEUU ya nos ha avisado
de la importancia y la fuerza que tiene todo lo que almacenamos en la nube. ¿No
ven cada vez más cerca una ciberguerra? Son numerosos los titulares que cada
día nos llegan sobre esto. ¿Puede Irán ganar una ciberguerra a Estados
Unidos? o Rusia prueba con éxito internet aislado del resto del mundo: funcionará
incluso en una ciberguerra de Francisca Rivas son titulares ejemplos de
ello escrito en prensa los últimos días.
Aparentemente esto queda un tanto ajeno a nosotros, En España no se
tratan temas de esta envergadura entre la población, pero no por ello no nos
afecta:
Los delitos
tecnológicos que se han producido en nuestro país se han visto incrementados de
forma exponencial y descontrolada, se hace visible una falta de legislacíon,
comunicación y educación entre nosotros
Debemos continuar desarrollando mecanismos de seguridad
para hacer frente a los retos y amenazas cibernéticos, en un contexto de una
cada vez mayor dependencia de las Tecnologías de la Información y Comunicación
(TIC), que a su vez, genera mayores vulnerabilidades.
Tomemos consciencia, aportemos valor y hagamos
de la cuarta revolución un mundo mejor.
"En España los modistas dejaron de serlo para convertirse en modistos"
Hoy en día se lucha por
una igualdad entre sexos, con el fin de eliminar el
machismo que actualmente está presente en muchos ámbitos de nuestra vida
cotidiana.El auge de lo políticamente
correcto ha llegado hasta el habla de los hispanoparlantes ¿Es machista el idioma español?
No es sexista la
lengua, sino su uso. Situarse en la defensa del idioma supone, en la práctica,
enfrentarse a la causa feminista. Pero qué importa
la integridad del idioma si se trata de una lucha justa. Por tanto, se puede
comprender y compartir esa corriente del feminismo que fuerza las palabras para
lograr una conciencia general que a su vez consiga cambiar la situación.
El uso habitual del hacha contra la
lengua ha llevado a muchas personas a considerarla como un sistema construido
por el varón, y por tanto masculino; y por tanto machista y discriminatorio. Se
arroja así una sombra de rechazo sobre ese patrimonio cultural, una maquinaria
compleja cuando se analiza y sencilla cuando se usa; una lengua que,
paradójicamente, llamamos “materna”.
El
español es un idioma sexista, como muchos lo califican, donde abundan la discriminaciones entre sexos
- mujeres y hombres- pero… «¿es el único?».
Pues no, podríamos pensar que el inglés no comparte este problema, pero de
hecho, no lo es menos. El problema es sociológico, universal; no lingüístico. La lingüística debería de ser rectificada
y adaptarla a los tiempos que pide la actualidad.
Ignacio Bosque – académico- analizó para la Real Academia de
la Lengua (RAE) nueve de estos «manuales de lenguaje no sexista», elaborados
por comunidades autónomas, universidades y sindicatos españoles, y llegó a la
conclusión de que si se aplicara al pie de la letra lo que preconizan, «no se
podría hablar». Su informe despertó la ira del feminismo.
Las acusaciones de «machismo» contra la RAE no tardaron en
llegar. Pero en realidad, según el argumento de los -y las- promotores/as del
lenguaje no sexista, todos los que hablamos castellanousamos un vocabulario
discriminadores en razón de sexo, por el sólo hecho de que declinamos el plural
en masculino.
Las acusaciones de «machismo» contra la RAE no tardaron en
llegar. Pero en realidad, según el argumento de los -y las- promotores/as del
lenguaje no sexista, todos los que hablamos castellanousamos un vocabulario
discriminadores en razón de sexo, por el sólo hecho de que declinamos el plural
en masculino.
Los militantes del
lenguaje no sexista proponen en
consecuencia que, por ejemplo, en vez de decir «mis amigos», se diga «mis
amistades»; en vez de «ciudadanos», «ciudadanía». Recordar el comentario
irónico del escritor español Javier Marías, en respuesta de propuesta: en
adelante ya no se podrá decir que «el perro es el mejor amigo del hombre» sino
que habrá que decir que «el perro y la perra son el mejor amigo y la mejor
amiga del hombre y de la mujer».
La
pregunta es ¿Se debería cambiar también
el género y decir "periodisto"? No es poco frecuente el debate sobre
la creación de nuevas palabras, pero si necesitaría. Para Gómez Font se trata
de un "chiste demasiado fácil" y "absurdo". "Se trata
de visibilizar a la mujer en un contexto en el que no lo está, el hombre ya se
encuentra bastante visibilizado", sentencia. "Desde el periodismo con
visión de género mostramos a diario que se puede hacer lenguaje inclusivo con
corrección gramatical", defiende Fernández. Pero si aún tenemos alguna
duda sobre nuestro lenguaje, siempre quedará "La Lupa Violeta", un
programa corrector del lenguaje sexista en documentos informáticos
Recordar
el comentario irónico del escritor español Javier Marías, en respuesta de
propuesta: en adelante ya no se podrá decir que «el perro es el mejor amigo del
hombre» sino que habrá que decir que «el perro y la perra son el mejor amigo y
la mejor amiga del hombre y de la mujer». Y es que como sucede en todos los
ámbitos, siempre hay opiniones opuestas.
Quizá resuman todo lo dicho
hasta aquí con una frase de Enriqueta García Pascual: “Se puede ser feminista sin destrozar el lenguaje. Pero difícilmente se
puede evitar un uso sexista de la lengua sin ser feminista”.
EL PIN PARENTAL: ¿QUIÉN REGULA LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS?
La polémica medida
que ha lanzado Vox ha puesto sobre la mesa el debate de la propiedad de los
hijos. ¿lo decide estado? ¿lo deciden los padres?. Tres expertos coinciden: “No
son propiedad de nadie”.
La educación
es responsabilidad de la sociedad, no solo de la familia, y se basa en inculcar
en el alumnado tolerancia y respeto.
Debido a la
influencia en las ideologías de género que según Vox, sufren los menores en los
centros educativos, han diseñado una campaña para promocionar, divulgar y poner
en manos de los padres el Pin Parental, con ello, pretenden limitar la
capacidad de los alumnos de asistir a charlas y talleres sobre la identidad de
género o la diversidad LGTBI únicamente si los progenitores dan el
consentimiento para ello.
No tiene
ningún sentido cuestionar unas actividades del programa educativo que son
debatidas y aprobadas en el consejo escolar de los centros que forman parte las
familias y que sólo pretenden informar y sensibilizar acerca de temas tan
necesarios.
Lo que deben
comprender es que el propósito de esas charlas LGTBI no es imponer lo que deben
pensar o no sobre cierto tema, si no aportar los conocimientos básicos que
permitan a los alumnos conocerse a ellos mismos tanto interior como
exteriormente, para así poder comprender y apoyar a los grupos minoritarios.
El pin
parental atenta contra los derechos fundamentales de las personas, el derecho a
la educación y la libertad de enseñanza, que va en contra de la propia ley
educativa y fomenta el odio hacia las personas y familias LGTBI. De acuerdo con
Gemma Almena, una orientadora educativa de un CEIP de Castilla la Mancha: “esta
medida es innecesaria, así como una intromisión legítima en el sistema
educativo que atenta directamente con la obligatoriedad de asistir a las clases
en su horario lectivo”.
En este
sentido, Almena añade que “evitar el aprendizaje en los centros puede provocar
un resultado de alumnos sin opción a elegir de forma autónoma su propia manera
de ver el mundo. No hay mayor enriquecimiento que saber y conocer diferentes
opciones para posteriormente poder elegir y decidir libremente”.
Puestos a
generalizar, ¿qué pasaría si fueran los alumnos los que impusieran lo que debe
darse en un aula y lo que no? Quieren que estos aprendan a pensar por ellos
mismos y empiecen a ser autosuficientes, ¿cómo va a ser esto posible si en vez
de darles libertad de pensamiento sólo hacen condicionarles y quitársela?
El problema
de todo esto es que si una familia “terraplanista” se negara a que su hij@ recibiera
contenidos sobre Darwin, nos llevaríamos todos las manos a la cabeza. Lo mismo
pasa si una familia homófoba, machista o racista se negase a que su hij@
recibiese información sobre diversidad, igualdad o interculturalidad. Y es que
a veces, lo peor de todo no es copiar en un examen. Lo es copiar en una casa.
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